De casa...meado,cagado y educado.
El deporte y por ende los entrenadores deben de tener como uno de sus objetivos afianzar a través de la disciplina deportiva los valores que a su vez deben venir aprendidos desde casa; valores fundamentales para la convivencia que trasladados al deporte como en cualquier ámbito de la vida se sustentan en el más grande, importante y genérico de todos ellos que es el respeto.
La convivencia de un grupo de chavales dentro de un equipo y por tanto dentro de un vestuario no es más ni menos distinta a la que se da en cualquier otro espacio o actividad compartida por un grupo de chicos y chicas de mas o menos la misma edad.
De manera que la buena relación con las normas preestablecidas por parte de los componentes de un equipo dentro del vestuario ,en pista y sobre todo en momentos de concentración deportiva, no deben de imponerse con conceptos disciplinarios extra deportivos si no que es la misma disciplina propiamente deportiva y su ejecución la que refleja la ya impuesta y aprendida fuera del ámbito deportivo, aunque ésta última pueda y deba ser reforzada por la primera. Es por eso, que quizá ante el temor por parte de los entrenadores a no poder aplicar o hacer entender a sus jugadores en edades, algo más difíciles como aquellas comprendidas en el periodo de la adolescencia, la importancia de poner en práctica esos valores quizá la solución,o una de ellas, pueda ser la petición directa para con los chavales a sus progenitores ,responsables de su educación, así como la ayuda de otros actores del entorno deportivo, apoyando y afianzando la autoridad que tienen como adultos ante los muchachos. Y ayuda extra deportiva que el entrenador pueda pedir a otros mediadores relacionadas con el mundo educativo o simplemente pedagógico para su propio aprendizaje o mejora en su preparación a la hora de afrontar el liderazgo y rol de entrenador de un equipo.
No debemos olvidar que la práctica de un deporte es algo voluntario, lúdico y que sirve para complementar nuestra experiencia vital de manera positiva sin que suponga cargas de estrés, frustración ni ningún otro sentir negativo que pervierta la esencia de lo que el deporte significa para todo aquel que lo practica. No debemos confundir funciones ni responsabilidades...en cualquier proyecto de la vida que se acomete,como en un equipo, si todos trabajan juntos pero sabiendo cada uno de ellos lo que debe hacer en cada momento el éxito y la victoria estarán más cerca.
Un entrenador deportivo es lo que es como lo es un docente "parte " de la formación del niño y la niña pero no "todo";no puede ni debe exigírseles más en su función por parte de aquellos que desde casa dejan de ser lo que deben ser, padres de sus hijos y no amigos, dejando en manos de otros y con exigencias sus propias responsabilidades, de las que huyen hacia una posición más cómoda.
No se practica un deporte para aprender valores, la práctica del deporte impone una rutina para la consolidación de esos valores a través de su propia disciplina, no todo el mundo tiene espíritu deportista y no por ello queda exento de valores pero si todos los deportistas y no deportistas vienen de un hogar o referente familiar que es el inicio del camino a la vida.
